“Existen diversos espacios de acceso a la comunicación; en este caso la telefonía nos ofrece dentro de un espacio físico determinado: LOS LOCUTORIOS, de uso cada vez más frecuente simultáneo y cotidiano y que en la actualidad se han multiplicado en nuestros escenarios urbanos por ser de bajo costo y por su accesibilidad inmediata.
Este espacio de comunicación, que usa la tecnología, nos permite acortar distancias, nos ayuda a transportar ideas, emociones y modifica en gran medida nuestra relación con el mundo, convirtiéndose en un espacio relacional que al ser usado por diversos usuarios – todos de paso – le impregna de anécdotas, situaciones y emociones; éste es un espacio sin identidad, anónimo y fugaz, donde la Performance emocional que en él ocurre es variada.
La recreación de la dinámica de este No lugar: pequeño, aislado y reducido espacio, es lo que se pretende mostrar en este proyecto; dónde a través de diálogos, conversaciones fallidas e intentos de comunicación el usuario, en un instante real, le otorgó significado y sentido”.
Este espacio de comunicación, que usa la tecnología, nos permite acortar distancias, nos ayuda a transportar ideas, emociones y modifica en gran medida nuestra relación con el mundo, convirtiéndose en un espacio relacional que al ser usado por diversos usuarios – todos de paso – le impregna de anécdotas, situaciones y emociones; éste es un espacio sin identidad, anónimo y fugaz, donde la Performance emocional que en él ocurre es variada.
La recreación de la dinámica de este No lugar: pequeño, aislado y reducido espacio, es lo que se pretende mostrar en este proyecto; dónde a través de diálogos, conversaciones fallidas e intentos de comunicación el usuario, en un instante real, le otorgó significado y sentido”.
Instalación (caja de melanina, teléfono, audio, letras autoadhesivas, fotografías) 2010
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